En la rica historia del fútbol argentino, pocos jugadores han encarnado con tanta autenticidad el espíritu del potrero como René Orlando Houseman.
Apodado «El Loco» por su estilo de vida bohemio y su impredecible magia en la cancha, Houseman fue un extremo derecho que deslumbró por su habilidad, velocidad y desparpajo.
Su legado perdura no solo por sus logros deportivos, sino también por su carisma y su conexión con la gente.
Biografía de René Houseman
René Orlando Houseman nació el 19 de julio de 1953 en La Banda, provincia de Santiago del Estero, aunque su historia está profundamente ligada al barrio Bajo Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires, donde se crio desde muy pequeño.
Fue allí, en ese rincón humilde del norte porteño, entre casas bajas, calles de tierra y potreros, donde aprendió a jugar al fútbol.
Su talento fue el tipo de don que no necesita academia ni pizarras tácticas: Houseman nació con la gambeta en la sangre.
Desde niño se ganó el apodo de “Loco”, no por agresivo ni violento, sino por su manera espontánea, irreverente y libre de entender el fútbol —y la vida.
Sus primeros pasos en el fútbol organizado los dio en Excursionistas, pero fue en Defensores de Belgrano, en la tercera categoría del fútbol argentino, donde debutó profesionalmente en 1971.
El salto a la Primera: Huracán y el fútbol total
No tardó mucho en llamar la atención.
Con apenas un puñado de partidos en Defensores, sus desbordes ya eran noticia en los diarios deportivos.
Fue entonces cuando César Luis Menotti, recién llegado a Huracán, puso los ojos en él.
Lo pidió expresamente y el club lo incorporó en 1973.
El impacto fue inmediato: ese mismo año, con Houseman, Brindisi, Babington, Avallay y Carrascosa, el “Globo” desplegó un fútbol lírico, ofensivo, inolvidable.
Ganó el Torneo Metropolitano 1973 y pasó a la historia como uno de los mejores equipos del fútbol argentino.
Houseman se convirtió en una estrella.
A los 20 años ya era un ídolo de Parque Patricios.
Su gambeta corta, su velocidad y su forma de encarar hicieron delirar al público.
Y no solo ganaba partidos: generaba emociones.
Su juego era espectáculo puro.
En Huracán jugó más de 250 partidos y anotó más de 100 goles entre oficiales y amistosos, una cifra sorprendente para un extremo.
El camino a la Selección
Sus actuaciones lo llevaron naturalmente a la Selección Argentina, donde debutó en 1973, con apenas 20 años.
Fue convocado al Mundial de Alemania 1974, en un equipo argentino irregular que, sin embargo, encontró en Houseman a uno de sus puntos altos.
Marcó tres goles en ese torneo, uno de ellos inolvidable ante Haití, tras una corrida electrizante.
Su imagen con el dorsal 7, desbordando por la derecha con la camiseta celeste y blanca, quedó grabada en la retina de los hinchas.
Pero su consagración definitiva llegaría en el Mundial de 1978, jugado en casa.
Aunque no fue titular indiscutido, tuvo momentos clave: ingresó en partidos cerrados, aportó desequilibrio y marcó un gol en el 6-0 a Perú que ayudó a Argentina a llegar a la final.
Formó parte del plantel campeón del mundo y, según Menotti, “era un genio indomable, imposible de encasillar, pero imprescindible cuando el equipo necesitaba abrir defensas”.
El paso por otros clubes
En 1981 fue fichado por River Plate, donde jugó pocos partidos, limitado por lesiones y algunos conflictos personales.
Luego emigró a Colo-Colo de Chile, donde recuperó parte de su nivel y ganó la Copa Chile en 1982.
Tras su paso por el fútbol chileno tuvo una breve incursión en AmaZulu, en Sudáfrica, y regresó a Argentina para jugar en Independiente, donde fue parte del plantel campeón de la Copa Libertadores e Intercontinental 1984, aunque con poca participación.
Cerró su carrera en 1985, en el mismo club donde había dado sus primeros pasos: Excursionistas, en la Primera C.
Allí, ya sin velocidad, jugaba por placer.
Porque su vínculo con el fútbol nunca fue solo profesional: era, sobre todo, pasional.
Palmarés de René Houseman
Clubes
Defensores de Belgrano:
Primera C: 1971
Huracán:
Torneo Metropolitano: 1973
Colo-Colo:
Copa Chile: 1982
Independiente:
Copa Libertadores: 1984
Copa Intercontinental: 1984
Selección Argentina
Copa Mundial de la FIFA: 1978
Principales Equipos en los que Jugó René Houseman
- Defensores de Belgrano (1971–1972)
- Huracán (1973–1980, 1981, 1983)
- River Plate (1981)
- Colo-Colo (1982)
- AmaZulu (1983)
- Independiente (1984)
- Excursionistas (1985)
Principales Características Técnicas de René Houseman
Hablar de René Houseman es hablar de un jugador único.
Si el fútbol argentino ha tenido artistas, él fue uno de los más puros.
Extremo derecho natural, se destacaba por un repertorio técnico inagotable, ejecutado siempre a máxima velocidad y con un desparpajo difícil de ver en los tiempos actuales.
- Dribbling incontrolable: Su principal arma era el uno contra uno. Houseman era imprevisible: cambiaba de ritmo, frenaba, aceleraba, amagaba con los hombros o con la cintura, y dejaba a los marcadores desairados sin siquiera tocar el balón. No tenía una sola manera de encarar, y esa variedad lo hacía indescifrable para los defensores. Se lo ha comparado muchas veces con Garrincha y con George Best por su capacidad para humillar rivales con naturalidad, sin esfuerzo aparente.
- Velocidad explosiva: Su aceleración desde parado era brutal. Con pelota al pie, en campo abierto, era una pesadilla para cualquier lateral. Tenía un cambio de ritmo corto, preciso, casi felino. Pese a su contextura delgada, era resistente al contacto físico, y su baja estatura le daba un centro de gravedad perfecto para mantener el equilibrio en velocidad.
- Desborde y centros quirúrgicos: Como buen wing, su especialidad era llegar hasta el fondo y tirar centros. Pero no eran centros al “bulto”: los colocaba con precisión, con rosca, con sentido. Muchos de sus compañeros —entre ellos, Luque, Kempes o Brindisi— se beneficiaron de sus asistencias. También sabía retroceder unos metros para lanzar centros desde tres cuartos, con ventaja para los delanteros.
Más características
- Capacidad goleadora: Aunque no era su principal función, Houseman sabía definir. En Huracán marcó más de 100 goles en partidos oficiales y amistosos. En la Selección convirtió 13 tantos en 55 partidos, incluyendo uno en el Mundial 1974 (ante Haití) y otro en el Mundial 1978, el día que Argentina goleó 6-0 a Perú. Su golpeo era seco, quirúrgico, tanto con derecha como con izquierda.
- Creatividad e improvisación: Era un jugador capaz de inventar jugadas donde no había espacio. Gambeteaba en zonas complicadas, de espaldas, al borde de la línea, con recursos callejeros que traía del potrero. Tenía visión de juego, inteligencia para entender los tiempos y capacidad para asistir entre líneas.
- Carácter rebelde: Tanto dentro como fuera de la cancha, Houseman fue un espíritu libre. En el campo, eso se traducía en atrevimiento. No tenía miedo a intentar lo difícil. Si el partido pedía un cambio, él lo arriesgaba. Su rebeldía lo hacía desequilibrante: jugaba con alma de barrilete, difícil de sujetar.
Posición de Juego de René Houseman
- Extremo derecho: Su posición natural, donde explotaba su velocidad y habilidad para el desborde.
- Extremo izquierdo: En ocasiones, también jugó por la banda izquierda, demostrando su versatilidad.
¿Por Qué es René Houseman Uno de los Mejores Jugadores Argentinos de la Historia?
Houseman es considerado uno de los mejores jugadores argentinos por su talento innato, su impacto en el juego y su carisma.
Fue una figura clave en el Huracán campeón de 1973 y en la Selección Argentina que ganó el Mundial de 1978.
Su estilo de juego encarnaba la esencia del fútbol argentino: habilidad, pasión y creatividad.
Curiosidades y Anécdotas de René Houseman
- Apodo «El Loco»: Su apodo reflejaba su personalidad extrovertida y su estilo de vida bohemio.
- Gol a River en estado etílico: En 1977, tras asistir al cumpleaños de su hijo y consumir alcohol, jugó un partido contra River Plate y marcó un gol, demostrando su talento incluso en condiciones adversas.
- Admirador de Perón: Houseman era un ferviente admirador de Juan Domingo Perón y tuvo la oportunidad de conocerlo personalmente.
- Ciudadano Ilustre: En 2016, fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, en reconocimiento a su trayectoria y aporte al fútbol.
Conclusión René Houseman: El Loco del Potrero que Encantó al Mundo
René Houseman fue más que un futbolista talentoso; fue un símbolo del fútbol de potrero, de la magia improvisada y del juego con alegría.
Su legado perdura en la memoria de los aficionados y en la historia del fútbol argentino como un ejemplo de talento puro y pasión por el juego.